El 19 de julio de 1936, poco después de declarar el estado de guerra, Emilio Mola, convocó una reunión con los alcaldes de Navarra.

Sus palabras anticipaban el trato que dispensaría más tarde al Pais Vasco: " Hay que sembrar el terror... Hay que dar la sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros".

Lo que esto iba a suponer para los vascos quedó claro por un temprano antecedente de lo que habría de suceder en la primavera de 1937 en Durango y Guernica. El 22 de julio, dos aviones procedentes de Vitoria bombardearon la plaza del pueblo de Ochandiano, situado en el sur de Vizcaya. Murieron 61 personas, de las cuales 24 eran niños y alrededor de 80 resultaron heridas de gravedad.

Así comienza la adaptación del historietista José Pablo García del ensayo de Paul Preston, uno de los hispanistas de mayor prestigio internacional. Mediante extraordinarias viñetas ilustra la historia que culminó el fatídico 26 de abril de 1937 con la destrucción de Guernica, desde las tácticas de la Legión Cóndor y sus tratos con Franco, hasta la obsesión de Mola y la impagable labor de corresponsales como George Steer.