UN RELATO CONTADO POR TESTIGOS Y SUPERVIVIENTES

El 26 de abril de 1937, lunes, día de mercado, Gernika es bombardeada por la Legión Cóndor alemana. El 85,22% de los edificios de la localidad fueron completamente destruidos. El Gobierno de Euskadi registró 1654 muertes entre abril y junio de 1937, pero las víctimas fueron más, ya que los cuerpos de las personas que perdieron la vida bajo los escombros no pudieron ser rescatados ni, por tanto, registrados.

Las autoridades del régimen trataron de borrar las pruebas del bombardeo y no hicieron esfuerzo alguno por recuperar los cuerpos de las víctimas mortales y registrar sus fallecimientos. El desescombro de las ruinas de Gernika no comenzó hasta febrero de 1939 y a finales de 1941 los prisioneros de guerra obligados a realizar esta tarea no habían terminado su labor. Después de recoger más de 60000m3 de escombro durante tres años de trabajo, las autoridades no registraron ni un solo deceso.

William Smallwood, Egurtxiki, aprendió euskera para investigar lo que realmente había ocurrido en Gernika durante el bombardeo. Vino en septiembre de 1971 y realizó 60 entrevistas entre los supervivientes de aquella tragedia. Gracias al empeño de María Ángeles Basabe, su profesora de euskera en Gernika, el otoño e invierno siguientes el número de entrevistas aumentó hasta 129. 

Todas las entrevistas tuvieron que ser llevadas a cabo en absoluto secreto, ya que una persona podía ser detenida, multada e incluso torturada simplemente por mencionar el bombardeo.